domingo, 3 de agosto de 2008

CHICLES DE CAFÉ



Me entrometo en lo que me parece justo, aunque la justicia es tan raquítica como la falange que une el alma a la vida y la vida a la muerte; un juego de ruleta rusa que nunca acaba y traduce el azar a lenguas muertas en tu silueta endemoniada, vestida de azul, morado y púrpura. Y siendo un secreto a voces, ella siempre ha sido una chica patética. Una jovencita que, totalmente fuera de contexto, ha decidido explorar el universo de las relaciones furtivas y la vida de femme fatale, cuando en el fondo, sigue coleccionando loncheras de Hello Kitty. Una ironía errante que busca en los lotes baldíos del corazón la respuesta a tantas preguntas que se formula desde un lado a otro, recorriendo los caminos olvidados de un sexo maldito que espolea y se estremece, agonizante como un gusano en un anzuelo gigantesco.

¿Porqué has amamantado por tanto tiempo estas lágrimas? La vida que diste siempre ha estado rota… ¿porqué no degustas el acero? Frío al tacto, tibio en tu lengua. Has que el pensamiento resuene convirtiéndose en un recuerdo. Siempre supe que tu concepto de chica moderna era comportarte con el resto del mundo como si desayunaras, comieras, cenaras, te untaras e inhalaras yumbina; ¿me besarás y me dirás lo feo que soy otra vez?

A estas alturas he aprendido que hasta en las putas hay clases mí querido ángel caído, veneno corre por tus venas y nunca has sido una santa. ¿Te cortaste tu sola las alas?... Te estabas desmoronando así que pensé que podía ayudarte, no el primero, no el último.

¿Recuerdas dónde estabas ese día? Un día lleno de sentencias y radiografías, mí nombre estaba escrito sobre ese pastel de cumpleaños, tan empalagoso. Tu madre, tu padre; tu hermano y esa cosa bajo las cobijas. Tu amante y los otros, las serpientes y las sanguijuelas. Dame mí beso de buenas noches para soñar enredado de satín blanco. Y a pesar de que dijimos que nos destrozaríamos me he dispuesto a dibujarte a blanco y negro, nunca te había visto tan débil mientras que la marea alcanza tus tobillos delgados e inflexibles.

No puedo llevarte ni traerte, vas y vienes como el dinero. Eres una estrella que se ha desgastado sobre mí diseño perfecto; una iluminación fantástica de la locura que a tenido que ser respondida por tus preguntas. Camina hacia delante.

Eres el cenit de las falacias. No creas que me conociste, nunca observes, sigue caminando; nunca podrás ponerle fin al mismo fin porque no quieres.


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As long as the music is loud enough we wont hear the world falling apart...

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