Había una vez una puta que corría, que reía; se escondía y se escapaba entre las cortinas de un departamento viejo y tan pequeño que la mierda del baño llegaba hasta la sala… ¿ya vas a empezar a correr o aún no?, créeme, me muero de ganas por saber. Si supieras las ganas que tengo de patearte la quijada te reirías de miedo.
No esta tan difícil de ver lo rara que es; unos días dice adiós y otros hola, es mí fantasía de café negro, tan puro como un gramo de coca recién curada, cortada y esnifeada. Nunca me molesta, solo viene y jode, te pica con su débil ponzoña y desaparece entre terceros que hacen jetas a ojos ciegos y a oídos sordos.
En mí mente espero traicionar a los pecadores, ellos bailan y se desvanecen como esos recuerdos de hielo y miel. ¿a qué sabe la sangre? A rojo…
Reporta las historias benditas de amor, de mujeres cabalgando; deja la culpa que te queda como un guante. Lo he dicho desde antes de que la cosquillita te empujara a la chingada… No caigas en pendejadas. Busco perfección en las palabas escritas, no en las pronunciadas.
Te gusta llevar mí corazón en una bolsa rota, sigues preguntando cuando nos vamos a detener cuando quien sigue con la lengua en la lija eres tu. Si, eres la puta de todos los hombres y no me averguenza admitir el estilo fashion que te da serlo, alguien tiene que decirlo, no callarlo, vomitarlo y pintar con ello sobre los muros de papel, tus mentiras me excitan.
El sol ha dejado de tirar piedras, tu nombre se prende y se apaga como un espectacular sobre las avenidas de asfalto que huelen a sangre y semen. Sigo caminando sin mirar a ninguna parte, tu sigues gritando, muda pero a la distancia… Sonrío, tu, lloras…
X-X-X-X-X-X-X-X
As long as the music is loud enough we wont hear the world falling apart...
