miércoles, 30 de julio de 2008

PRENDIÉNDOLE FUEGO A GIGANTES DORMIDOS



Desde tu boca bebo un vino rancio, tan apestoso como el muerto que llegamos a cargar todos siempre sobre la espalda, sobre los hombros; un lastre interminable que se ve en los ojos de los niños perdidos, los de los libros y los reales ¿A poco no lo recuerdas? Si pudiera explicar la mitad de lo que soy creo que te sorprenderías; ¿porqué esa cara? ¿A poco creías que tendría la cola entre las patas y seguiría el camino que has seguido? Que pendéja.

No se porque insisto tanto en escribirte o recitarte, casi citarte. La verdad es que estas tan metida en tu mundo que a momentos hasta te olvidas de ti al darle demasiada importancia a las cosas sin importancia. Vive un poco y crece un poco, solo un poquito ¿vale? Estoy seguro que en todos esos cajones podríamos encontrar tantas piezas de nuestra historia; y al mismo tiempo me imagino que te encanta armarla una y otra vez, como si fueras mejor que yo ¡Ja! Y sigues creyendo que me voy a desangrar porque me corté con una hoja de papel.

Tal vez la próxima vez tus caricias no se sientan como uñas oxidadas. He visto esa mueca tantas veces que me cansa, créeme, estoy harto de esos rostros que de un día para otro cambian de color y llenan sus sonrisas con agudos dientes picados por la caries de la hipocresía ¿Crees que me importa? ¿crees que no me doy cuenta? Tu sigue creyendo que así es y aférrate tan fuerte como puedas, yo seguiré hablando con mis amigos imaginarios y los que no son imaginarios.

Cielos ultrajados, has olvidado, mentira, mentirosa; el radio grita con estática pero no creas que soy un idiota. Esta vez no soñaré contigo, mejor, tendré dulces pesadillas que hablen de ti.


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Photo Credit: © Kia Kia's

As long as the music is loud enough we wont hear the world falling apart...